Por Stephany Ráudez
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| Coordinador de JRV revisa actas ilegales |
JRV de Monimbo, Masaya. 9:34 am,
Policía Electoral en Monimbó
Un hombre moreno, robusto, de pelo negro corto entra al lugar con unas hojas blancas bajo el brazo. Lo acompaña una mujer. Repentinamente, el hombre robusto apresura el paso, porque advierte que lo persigue don Frank, el representante de CPC del barrio Monimbó. Un grito llena el lugar: “Ese hombre es”. “Ese hombre es. Anda actas ilegales, agarralo”.
Don Frank hace señas al policía electoral, quien corre detrás del robusto que camina en círculos dentro del recinto hasta que le dan alcance. Se molesta por las acusaciones, pero después de revisarle las hojas blancas confirman que son Actas de Constitución de Juntas Receptoras.
“Aló, aquí tenemos un problema, un hombre anda con una Actas, es un civil, venite rápido”, reporta el policía. La gente se agolpa alrededor de los agentes que escrutan los papeles. También está el jefe de sector, quien revisa y cuenta todas las actas. Declara el ilícito, pero no se sabe más, sólo se alcanza a oír cuando pide que los ubiquen y los traigan.
De un momento a otro, se desata una persecución frenética en la que participa hasta un niño de 12 años que hacía unos instantes charlaba con otros jovencitos a la entrada del recinto. Por fin detienen a la mujer que acompañaba al robusto. La policía la traslada hacia algún lugar. Hay periodistas independientes que intentan ingresar, pero no permiten el paso ni siquiera al presentar credenciales.
Al finalizar la mañana, Cesar García, secretario de sector de partido Liberal Constitucionalista, es expulsado por policías electorales, acusado de boicot. Eso fue poco antes que el ciudadano, Manuel Salvador Téllez, se enterara que no podía votar porque otra persona ya había votado con el mismo número de cédula. Le mostraron la copia de su cédula y la firma de otra persona.
Al acercarse el mediodía, representantes del CSEM dejaron el lugar bajo la promesa de solucionar los problemas.
1 comentarios:
Problemas que no se resolverán. Eso está de más señalarlo. Pero quiero felicitar a Stephany por dos cosas. La primera por tener las agallas para denunciar este atropello y la segunda, por su excelente crónica. Bien por ti Steff
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